Echando trastos al maletero nuevamente.

lunes, 28 de julio de 2008



Hola. He vuelto.

No se si esporádicamente, no se si será constante, pero tengo ganas de volver a relatar hechos de mi vida, o de lo que me venga en gana, en este espacio personal.

He tenido un sin fin de vivencias que no me perdonaría sino dejo un rastro de que han pasado por mi vida. En estos meses he crecido en ciertos aspectos de mi persona, y he logrado objetivos que a simple vista podrían parecer absurdos para algunos pero sumamente importantes para mi.

He vuelto a vivir Sevilla. Si, vivir, porque Sevilla se vive. Es extraño que no tenga entradas en este blog de quizás la ciudad que considero mas hermosa de las que he llegado a conocer. Cuando la visité por primera vez, no existía aún este maletero, y ahora que he ido nuevamente, estaba pasando por un periodo de inactividad que ni siquiera sabía si saldría de el. Sevilla es España pura, contiene una grandeza en cada calle, en cada caminata, en cada rincón. Una riqueza sin igual, que es sumamente difícil describir lo que es capaz de hacerte sentir cuando estás adentrado en su historia. Además de Sevilla, hice turismo en Granada, específicamente en la Alhambra. Descubrí porque está considerada como una de las grandes maravillas del mundo moderno. Alucinante.

Cumplí la meta de ver en vivo a una de mis bandas favoritas, Radiohead. Algo estúpido pero totalmente relevante para un melómano como mi persona que una gran porción de su ser gira entorno a la música. Tuve que viajar hasta el corazón de Irlanda, hacia las praderas del Malahide Castle para poder vivir esta experiencia, lo cual dudo que alguna vez se me borre de mi desorganizada mente. La segunda meta musical iba a ser Maiden, pero por cosas del destino y del mal tiempo en Zaragoza, el concierto fue suspendido y me quedé con las ganas, la entrada, y mis planes hechos.

Me compré un coche (llámese automóvil, carro). Una meta bastante importante para mi, ya que significa un logro material que, a pesar de poder vivir sin el, me solventa muchos aspectos de mi vida y me hace mas cómodo el querer organizar viajes dentro de la misma península ibérica. Una meta que, sin ayuda de familiares, me hubiese sido imposible lograrla en Venezuela. Puedo decir que me sudé la inicial, junto con mi esposa, y solo con nuestro esfuerzo y empeño logramos el cometido. Se llama Constantinus, para futuras referencias.

Me he vuelto seguidor de las obras de Chuck Palahniuk. Tengo como meta leer todos sus libros para finales de año. Tampoco es que sea tan difícil, ya que no tiene un extenso catálogo, y su lectura me atrapa tanto que suelo terminar sus libros rápidamente. El problema consta en conseguirlos todos.

Le debo una entrada en mi blog a Sergio. Pagaré esa deuda en mi próxima publicación. Tuve la oportunidad de conocer a su hermano, aquí en Madrid. Me cayó de Puta madre.

Quisiera comentar algo que quizás haya afectado indirectamente en mis ganas de escribir durante tanto tiempo, y quiero dejarlo claro. Yo no escribo para dar envidia nadie, ni sentirme grande porque he vivido muchísimas experiencias que otros quisieran vivir. Así como he tenido momentos increíbles en mi vida, he pasado por etapas duras para poder lograr esas cosas. Sentí en algunas ocasiones que las personas que leían mi blog se sentían a la defensiva, se tornaban ásperas cuando comentaba que había logrado algún cometido. Para esas personas, de verdad no puedo hacer nada al respecto, porque no quiero dejar de comentar mis vivencias porque alguien crea que soy egocéntrico o que estoy sacando en cara cosas que difícilmente se plantean ellos en cumplir. A esas personas, quiero comentarles que, la única barrera son ellas mismas. Por mucha paja que suene, es así. No es fácil lograr los objetivos para alcanzar las metas que uno se propone, si fuesen fáciles todos viviríamos como reyes, pero seríamos infelices porque no apreciaríamos un gramo de lo conseguido. yo aprecio cada segundo que he vivido, bien sea bueno o malo. Me arrepiento de cosas que deje de hacer, pero de ninguna que haya hecho, porque me han dejado un aprendizaje. Si alguien ha sentido envidia alguna vez, espero que la haya sabido canalizar y enfocar de una manera constructiva para seguir adelante con algún proyecto que parecía inalcanzable. Por mi parte me he abierto a ayudar a quien quiera informarse en como son las cosas por este lado del mundo.

Eso es todo por ahora. Escribiré mas adelante. Sin presiones, sin cometidos, sin una frecuencia de publicación determinada. El Maletero se dejará abrir de vez en cuando para escudriñar recuerdos y vivencias. Espero no perder la llave.