Bueno, quizás algunos lectores que me siguen no sepan a que me refiero con el título, pero todo español que pase por acá automáticamente sabrá a que me refiero. Esta entrada la hago para relatar mi experiencia en las Fiestas de San Fermín, Pamplona.
Desde chico siempre tuve curiosidad por esta celebración, pero les aseguro que no pensé que lograría algún día estar en ese lugar. Esta fiesta es conocida en el mundo entero por ser la única en la cual se cierra parte del casco histórico de una ciudad para que la gente corra perseguida por una manada de toros salvajes a sus espaldas. Es la que todos hemos visto alguna vez en la Televisora Española al menos de reojo, donde cada año siempre sale algún herido de gravedad por ser alcanzado por los cuernos de un toro, o en su defecto, por su peso arrollador. Es un fenómeno social que hasta el mismísimo Ernest Hemingway se encargó de relatar. Pues sin mas, al ver un anuncio en la faculta (donde estudio el Master) que anunciaba un viaje de ida y regreso por tan solo 25 euros a una de las mayores fiestas en España, ni mis compañeros del master ni yo dudamos en embarcarnos en esta aventura (y mi querida esposa, arrastrada por mis ganas de conocer otro fenómeno de la cultura española).
Los San fermines son una costumbre, una tradición, que una persona ajena a España le cuesta entender. Yo en realidad lo veo como algo único en el planeta, más no quiere decir que este totalmente de acuerdo con lo que pasan los animales en las fiestas. Sin embargo, entiendo perfectamente que es una tradición que va pasando de generación en generación para los residentes de Pamplona. Lo que si no tenía ni idea, era la transformación de un pueblo tranquilo de Navarra, en el caos y la anarquía que reinan durante los 9 días que duran los festejos. Es increíble, créanme, INCREIBLE. Millones de personas toman la ciudad, todos vestidos de blanco con pañoletas rojas, y al menos durante los fines de semana la ciudad pasa a ser un gigantesco botellón de proporciones descomunales, algo que remotamente puedo describir. Y es que las fiestas de San Fermín hay que vivirlas para tener una idea de lo que realmente sucede en esas fechas. Definitivamente, es algo único en su clase.
Calles abarrotadas de extranjeros, españoles y gente de Navarra, litros y litros de vino, cánticos, celebración, fiesta, borrachera, sentimiento, y espectáculos en vivos se concentran todo en una misma ciudad. Gente durmiendo en cualquier lugar de la calle, gente preparándose deportivamente para correr con los toros, gente apasionada, gente que alquila balcones para presenciar desde un puesto privilegiado el encierro (desde 90 hasta 130 € p/persona), todo esto es parte de los San Fermines.
A pesar de haber llegado con un día de anterioridad para ver el famoso encierro del domingo 8 de Julio, y presentarme en el casco histórico a las 4:30 a.m., ya no cabía un alma en las barandas para observar el paso de los toros, así que el plan B consistió en dirigirnos a la Plaza de Toros, donde termina el espectáculo, para ver si pillábamos puesto y lográbamos al menos apreciar la llegada de la gente con las fieras. No había entradas para el recinto, pero si había revendedores cobrando el doble de su valor. Solo mi amigo David (el che) estuvo dispuesto a acompañarme, y es que creo que el pensaba lo mismo que yo...¿para que ir a los Sanfermines si no ves el espectáculo del encierro?. Es como ir a un Bar y no tomar ni un trago, hubiese sido un viaje perdido. Lo que pasa luego, dentro de la Plaza, es algo único en el mundo, y yo no tenía conocimientos sobre la suelta de toros entre el público.
Fue tremenda experiencia, que sin duda jamás olvidaré. Ya he cumplido otra de las cosas que sin querer, desde pequeño anhelaba vivir.
Aquí, un video que nos enseña una pequeña porción de lo que es vivir los Sanfermines. Dedicado a esos frenéticos compañeros de viaje que me acompañaron en la aventura.
Más información de los Sanfermines, en su entrada en la Wikipedia.
12 comentarios:
mmm a esto hacia referencia tu pòst anterior?
Jaja qué tripeo Minos!! De pana que, con lo que has escrito y con las fotos que pusiste, uno hasta puede oler la caña y sentir la joda que reinaba en esa ciudad.
Del carajo man,
un abrazo
El San Fermín significa mucho para mucha gente, y hay que aceptar que existen otras prácticas en otros lugares del mundo un tanto más sanguinarias en las que sufren humanos y no un toro, un conejo, o qué se yo... al igual que sabemos que hay gente que mata animales por fines quizás menos ligados con costumbres y tradiciones que quiénes son los demás para quitárselos, no? pero... igual... me dan cosita los toritos :(
Más allá de estar o no de acuerdo con esta "práctica", me pareció demasiado fino tu texto, realmente sentí como si estuviese allá con el ambiente de descarga total de adrenalina...Demasiado buenísimo!
La niña del bigote
ESPECTACULAR ROMULITO!!!!!! Simplemente genial. Ya no escribo más, directamente les digo a los míos digo que vean tu blog para sentir al menos un poco lo q es vivir un San Fermin. Inolvidable.
D (el che)
Green: No, esta no era la noticia a la que me refiero en mi post anterior.
Victor: Creeme man, esta vaina no creo que se vea en otro lado del mundo, el desnalgiue es gigantesco. En la wikipedia dicen que solo es comparable con el october fest de alemania, pero tengo mis dudas, porque los alemanes son muy secos.
Ina: si viste el video (el primero) te fijas que los toros cuando salen en la plaza, tienen puestos una especie de tapones en los cachos. A mi me pareceria mas divertido si no los tuvieran, a ver quien verdaderamente se atreve a seguir "la tradicion" hehehe.
niña del bigote: gracias por el comentario. Intento hacer llegar un poco de lo que vivo con esas experiencias y me alegro que a la gente le agrade.
David: Epa, eso de Romulito estuvo algo raro hehehe. Vale, muestrale el blog a los tuyos para que vean que fue lo que viniste a hacer en España! y que a estudiar! hehehehe
Pamplona manda, jajajajaja... y coño, cuando es que es lo de la guerra de los tomates?
ese evento se llama "la tomatina".
El peo es que se celebra entre semana, especificamente el ultimo miercoles de agosto, asi que no creo que pueda asistir.
pero debe ser una tripa lanzar tomates a diestras y siniestras, jajajajaja
Jajajjaa, excelente. Lo que no me tripearía mucho es el olor a pipí :$, pero creo que forma parte de todo el colectivo de vainas que forman la tradición de la vaina.
A Venezuela cuándo vienes?, tenemos cola, basura, malandros y carnavales con bombitas! ehh, no verdad? :(
Ah, aunque también tienes muchos amigos que te quieren :D
jijiji.
Siempre y cuando no sean tomates verdes.. auch =)
Lo que sueltan después del encierro sin vaquillas y los Sanfermines es mucho más.
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